Espondilitis Anquilosante o Anquilopoyética
La espondilitis suele aparecer entre los 20 y 30 años y afecta más a hombres que a mujeres. Existe además una variante de la enfermedad que se manifiesta en una edad temprana. La enfermedad comienza con un dolor en la cadera o un lumbago que aparece y desaparece y que empeora en la noche, en la mañana, o después de un período de inactividad.
El dolor de espalda puede comenzar en las articulaciones sacroilíacas (entre la pelvis y la columna)
y comprometer toda o parte de la columna. El dolor se puede aliviar adoptando una posición de flexión. Es posible que la persona no sea capaz de expandir completamente el tórax, debido al compromiso de las articulaciones intercostales. .
La espondilitis anquilosante toma un rumbo diferente en cada persona y no hay dos casos exactamente iguales. Los síntomas vienen y se van a lo largo de muchos años. Sin embargo, a veces la enfermedad remite. En el caso típico, la columna lumbar puede volverse rígida, a causa del crecimiento adicional del hueso, y lo mismo puede pasar en la parte superior de la columna y del cuello.
Hay pruebas de que el paciente puede jugar un
papel decisivo e influir en
cómo sea de grave el resultado final. Los afectados de espondilitis deben, a lo largo de este período, prestar una atención constante a su postura para evitar la inclinación hacia delante asociada con la enfermedad.
Dr. Javier Calvo Catalá,
Jefe de Reumatología y Metabolismo Óseo del Consorcio Hospital General de Valencia
La Espondiloartritis Anquilosante
(EA) es una de las enfermedades englobadas por el término más general Espondiloartropatía que incluye: artritis reactiva, artritis psoriásica, enfermedad inflamatoria de los intestinos (EII) relacionada con la artritis, y algunos subtipos de artritis crónica juvenil. En la Europa continental, la prevalencia oscila entre el 0.2 y el 1% de la población total lo que sugiere que la enfermedad dista bastante de ser rara.
No obstante, permanece sin
diagnosticar. Los síntomas principales son dolor espinal inflamatorio con la limitación subsiguiente de la movilidad de la espalda y la expansión del pecho. El diagnóstico se basa en los signos clínicos, los signos radiológicos (sacroileítis) y la presencia del antígeno HLA-B27 (predisposición genética). Los fármacos no-esteroides anti-inflamatorios y la fisioterapia representan las piezas clave de la terapia.
En caso de enfermedad severa
refractaria, los agentes anti-TNF (factor de necrosis tumoral) son muy prometedores. *Autor: Prof M. Dougados (Febrero de 2005).
Pruebas. HLA-B27
¿Porqué hacer el análisis?
Para saber si en la membrana de sus leucocitos (glóbulos blancos) se expresa el antígeno B27 (HLA B27). Esta prueba se solicita para evaluar la posibilidad de que el paciente sufra una enfermedad autoinmune que esté relacionada con este antígeno HLA B27.
¿Cuándo hacer el análisis?
Si tienen síntomas de inflamación crónica como dolor o rigidez en ciertas áreas del cuerpo como la espalda, el cuello y el pecho, sobre todo si es un hombre y los síntomas han empezado antes de los 30 años.
¿Qué muestra se requiere?
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.
La Espondilitis Anquilosante condiciona la calidad de vida de las personas afectadas, siendo la limitación de la movilidad una de las características más destacadas de la enfermedad.
La Artritis Reumatoide
Para saber si una persona padece Artritis Reumatoide, el médico valora los síntomas anteriormente descritos. No obstante, existen muchas otras enfermedades reumáticas que pueden producir molestias similares. Por este motivo los hallazgos que se pueden encontrar en las radiografías y algunos estudios analíticos (factor reumatoide) son de gran utilidad para confirmar el diagnóstico, aunque no existe ninguna prueba específica para
el diagnóstico
de artritis reumatoide.
Puede ocurrir que una persona presente dolor e inflamación en las articulaciones durante algún tiempo, y que ni la intensidad de su enfermedad, ni las radiografías ni los análisis permitan al médico hacer con certeza el diagnóstico de una enfermedad reumática inflamatoria determinada.
Acepte el dolor (FM)
Las personas con Fibromialgia y dolor crónico pretenden muchas veces encontrar un tratamiento que elimine rápidamente los síntomas que tienen. Desgraciadamente, esto casi nunca es posible. No hay recetas ni píldoras mágicas para la Fibromialgia y el dolor crónico. Por ello, el primer paso para controlarlo es aceptarlo y asumir que el dolor puede persistir para siempre y que, por tanto, en adelante, va a formar parte de nuestra vida.
Desde luego, no es agradable pensar que el dolor nunca nos va a abandonar y muchas personas pueden incluso sentir miedo de no saber cómo manejar esta situación. Sin embargo, reconocer la realidad es el primer paso para conseguir cambiar nuestra vida hacia una situación en la que el dolor, aún estando presente, no sea el centro de la misma. Cuando se acepta el dolor, se aprende a reconocerlo y a saber lo que lo mejora o empeora, y estamos entonces en situación
de buscar soluciones y de volver a disfrutar de la vida.
Enfermedad de Behçet
El origen de la Enfermedad de Behçet es desconocido aunque se sabe que tiene un componente genético que predispone a las personas a padecerlas. Sin embargo este componente no explica la enfermedad al 100% por lo que se cree que es necesaria la presencia de un factor ambiental para que la enfermedad se desarrolle. Este factor ambiental es desconocido y actualmente se estudia la posibilidad de que sea una infección vírica.
La enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn a veces puede ser difícil de diagnosticar. Esto es porque sus síntomas son similares a los síntomas de otras enfermedades del tubo digestivo. La enfermedad puede afectar cualquier área del tubo digestivo, pero afecta principalmente una parte del intestino delgado llamada íleon.
¿Qué medicamentos son usados para tratar la Colitis Ulcerosa?
Actualmente, no existe cura médica para la colitis ulcerosa, pero un tratamiento médico efectivo puede suprimir el proceso inflamatorio. Esto permite al colon sanar y aliviar los síntomas de diarrea, sangrado rectal y dolor abdominal. Como tal, el tratamiento de la Colitis Ulcerosa involucra medicamentos que disminuyen la inflamación anormal en la pared del colon y de ese modo controlan los síntomas.
Enfermedades de la columna vertebral
La columna vertebral está formada por 26 huesos llamados vértebras. Las vértebras protegen la médula espinal y le permiten mantenerse de pie e inclinarse. Hay varios problemas que pueden alterar la estructura de la columna o lesionarle las vértebras y el tejido que las rodea. Entre ellos:
* Infecciones
* Traumatismos
* Tumores
* Enfermedades, tales como la espondilitis anquilosante y la escoliosis
* Cambios óseos que ocurren con la edad, tales como estenosis espinal y hernias de disco
Con frecuencia, las enfermedades de la columna provocan dolor cuando los cambios óseos presionan la médula o los nervios. También pueden limitar el movimiento. El tratamiento varía según la enfermedad, pero algunas veces incluyen aparatos ortopédicos para la espalda y cirugía.
La columna vertebral (Columna vertebralis PNA), raquis o espina dorsal es una compleja estructura osteofibrocartilaginosa articulada y resistente, en forma de tallo longitudinal, que constituye la porción posterior e inferior del esqueleto axial. La columna vertebral es un órgano situado (en su mayor extensión) en la parte media y posterior del tronco, y va desde la cabeza a la cual sostiene, pasando por el cuello y la espalda, hasta la pelvis que le da
soporte
El ejercicio, combinado con suplementos aconsejados por profesionales de salud son las medidas más eficaces para la prevención de consecuencias negativas que afectan a la columna vertebral.